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Más quemao que la moto de un hippie

Por lo demás todo bien. Sí, pesados: sé que son las tres y media one more time... Mi reloj biológico lo compré en los chinos, ¿qué le pedís...? El traspaso desde el Real Club Deportivo del Cachondeo y del Jolgorio al Pathétic Club de Chaponcetes me está costando sangre, sudor y lágrimas. La adaptación a los horarios, a los entrenamientos, a los partidos, al cuidado del material y la dureza con la que se emplean los rivales me lo está poniendo crudo. Busco no sólo la titularidad, sino un hueco entre los más grandes y un sueldo que quite a mis viejos de trabajar y ponga un cochazo en su garaje. No va a ser fácil, no me rendiré fácilmente.

Mañana vuelvo a modo "madre-soltera-embarazada-pluriempleada-politoxicómana": dos personitas que apenas levantan un palmo del suelo van a sufrir mis mandangas y van a taladrarme la cachola con sus bobesponjases, sus sirenitas, sus disneychannels, sus, sus..., sus ... ains... ¡adoro a esos pequeños hijosdeunfruiti!

Por último y, como toque de atención a mí mismo, procuraré a partir de ahora hacer más ameno este blog, con menos "dardos" y más risas enlatadas sin pelillos de esos ondulados que se te enredan en la dentadura y te hacen sentir por un momento Stewie


Ahora intentaré descansar. Por hoy ha sido suficiente, primos.

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Éstas no son horas, amigo...

Buuuuuh, neno... Éstas no son horas. Es que no. Es que no lo son. Casi las tres y mierda de la mendrungada y yo aquí, rayándome el puto melón entre apuntes rancios, revolcándome entre leyes y decretos cual gorrino pachón en sus propias heces. ¡Eh! Pero mi minutito dedicado al Abrevadero de Ponis es sagrado. Ya que no fumo, me tengo que permitir estos lujos. Os merecéis una entrada en condiciones, con su planteamiento, su desarrollo y su desenlace. A mayores, intentaré poner como punto final una moraleja, algo que os haga pensar, que os deje con el culo torcido.

Allá voy:

Existen las mentiras. Todos lo sabemos. Están ahí, nadie lo quiere reconocer, pero existen. Las sufrimos (en silencio y a gritos), tiramos de ellas para safar en alguna ocasión o las vemos aplicadas a un tercero que se la tiene que merendar con kiwi y zumo. Las hay piadosas y las hay cantosas, las hay bien trabajadas y las hay que son una verdadera chapuza. Bien. Hasta ahí todo correcto, no he descubierto la pólvora ni siquiera el punto G, pero aquí estamos ¿verdad?

... Estoy aquí, pensando en las posibles consecuencias de mis palabras... alguna persona que lea esto debe estar temblando, pensando: "No será capaz... No me hará esto". Otras personas estarás deseosas de que me vaya de la lengua y destape algún tinglado jugoso digno de DEC o Deluxe (otro día diré qué se podría hacer con los que participan ahí) y a otras, sinceramente, les soplará la minga lo que haga o deje de hacer.

Lo digo desde el corazón: algunas "personas" merecen ser ridiculizadas hasta el máximo posible, hacerles ver lo que valen, la opinión que se tiene de ellas y la clase de gente que son. Pero yo, en un ejercicio de automamada, diré que valgo mucho más y que no me rebajaré a su nivel para hacer justicia y ponerles en su sitio de esta manera.

Sirva de homenaje (con un poco de cachondeo) a nosotros, esas personas que sufrimos las mentiras de gente gris y triste, mentirosos de pacotilla que morirán dentro de muchos, muchos años solos, devorados por sus gatos/iguana en un piso con las ventanas tapiadas y con tres números en la agenda del móvil:

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La formalidad me acosa...

"Eres más tonto que mis pelotas, que llevan 40 años juntas y no se hablan".

Escuché más de una vez decir a mi padre, siempre que le entregaba mis notas.

"Eres más vago que la chaqueta de un guarda", "naciste cansado", "te mueves menos que los ojos de Espinete", "trabajas menos que el espejo de Stevie Wonder" y un largo etcétera eran otras de las perlas que me soltaba cada vez que repasaba los N.M. (Necesita Mellorar) cada trimestre.

Quién sabe si mi dejadez ante los estudios me era innata o si, por el contrario, se agigantó con todas esas machadas y comeduras de moral de las tardes, a eso de las 6 entre bocata de nocilla y petit suisse. Al caso, ahora arrastro toda esa vagancia conmigo a todas partes. Mi actitud frente a un examen es digna de cualquier final de western: espero hasta el último suspiro para desenvainar. Unas veces safo, otras me la como con patatas, pero nunca, NUNCA la cambio. Esperar hasta el punto de no retorno es un clásico aplicable a otras situaciones: fokin´ without profilactic, for example.

Sí. Sí... sí... lo sé, sí... eso no es bueno, trae consigo bombas de relojería que estallan pasados unos meses... Pero es mi estilo, no quiero cambiar, no puedo cambiar.

Ahora me enfrento a esas pesadillas llamadas "trabajo diario", "biblioteca a las diez de la mañana", "estudio constante", "bronceado de flexo", ... Auténticos eslóganes de fracasado... Y no mola nada la idea de tener que bordarlos en mi chaqueta con cara de nerd mientras otros afortunados vuelven a casa zampándose un bocata de zorza con queso del Raíces (oye, un lujo de bocata).

¡PERO ES LO QUE TOCA! Toca ponerse las pilas, hacer feliz a mamá, hacerle sentir orgullosa de su pequeño monstruito y, así, sacarle de paso unos evros que invertir en bardett´s y José Puerko.

Eso si que es vida: salir, burlar, el rollo de siempre. Meterme mil rayas (australianas), hablar con el Priegue, pero claaaaro y Oscarín... Y al día siguiente YA NO ME ACUERDO DE NA...


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El Cansino

Hoy hablaremos de esas personas... un momento, ¿personas? Perdón, quise decir PERSONAJES. Empiezo de nuevo:

Hoy hablaremos de esos personajes que consiguen irritarte más que una barba de tres días a la zona sexy de tu chica, los llamados: CANSINOS.

Cansino es todo aquel personaje capaz de amargar cualquier tipo de evento, ya sea ameno y jovial como si se trata de un entierro o un partido en el que tu equipo sale goleado. Se les reconoce fácilmente en cualquier grupo gracias a su pésimo/inexistente camuflaje. Tienden a llevar ropajes llamativos, que les diferencien del resto (lo que ellos llaman "ir a la moda") y, en vez de tratar desapercibidos su voz y su ¿risa? pueden ser oídas a miles y cienes de kilómetros.

¿Para ser cansino hace falta entrenar?

Buena pregunta. Sí, en efecto. Para llegar a ser un cansino antes tienes que avanzar en la carrera superando las fases de:

Agradable, simpático, muy simpático, demasiado simpático, ligeramente molesto, molesto, bastante molesto, incómodo, muy incómodo, pesado, pesadilla, angustias, infierno y, finalmente CANSINO. Dentro de esa última fase, encontraremos al "rey" de los cansinos, el llamado: CANSINO DE LOS HUEVOS/COJONES.

Una vez que alcanzan el summun de la agonía provocan el equivalente interno a un sarpullido. Cada vez que abren el boquino parece que miles de chinorris te practican una acupuntura testicular. Cada vez que los tienes cerca sientes como su presencia te aprieta el corazón, los pulmones, el higadillo y la nuez impidiéndote respirar, sentir, padecer y/o amar.

¿Qué mueve a esos seres para que acaben siendo odiados y repudiados?

Otra gran pregunta. Se ha descubierto que lo único que logra animarles a atacar a sus víctimas cada día es eso que llaman: AFÁN DE PROTAGONISMO. Necesitan alimentarse diariamente de almas que desconozcan su vida y obra, les inyectan su veneno (generalmente una anécdota simpática donde ellos intervengan directamente o, cuanto menos, queden de héroes secundarios)y desde ese momento quedarás paralizado frente a él, sin poder moverte (no porque no quieras, sino porque el Cansino no permite las pausas entre frase y frase, lleva mucho tiempo practicando y ya no necesita respirar, su corazón late mucho más lento que el tuyo). Por mucho que te mees, que tengas hambre o que estés en llamas, el Cansino jamás cederá un sólo segundo entre anécdota y anécdota. Logrará desde el principio hipnotizarte, meterte dentro de su historia con preguntas retóricas que no podrás responder con palabras, sino con escuetos gestos de asentimiento. A los veinte minutos, cuando por el rabillo del ojo veas que el resto de la manada ha desaparecido, dejándote tiradísima/o sabrás que es demasiado tarde para ti, que no habrá vuelta atrás, que por culpa de tu cortesía has quedado condenado/a tenerle pegado a tu oreja (literalmente) toooooooooooooodo el tiempo.

¿Y si, en algún momento, le he dado mi número de teléfono o mi nombre y apellidos? 

Error. Ahora tiene acceso a todas tus redes sociales. Darle esa información es igual de malo que reírle una gracia o llamarle simpático. Es darle alas, darle otro motivo y otro escenario por donde acosarte y rallarte la cabeza. Muy mal hecho. Los locales se guardan el derecho de admisión, ¿por qué no vas a hacerlo tú?

¿Cuál es su Modus Operandi?

Bien, como ya explicamos "el Cansino", necesita sangre/oídos fresca/os. ¿Cómo la consigue? Sencillo, se infiltra en grupos donde nadie sabe cómo ha llegado, suelta dos o tres frases ingeniosas y se queda con una parte del grupo, el equivalente en la naturaleza a las gacelas jóvenes, viejas o enfermas. A partir de ahí su misión es seleccionar a la que más horas de chachara le pueda dar. El grupo se va reduciendo a medida que el número de anécdotas, chistes, imitaciones o bromas aumenta (No, el Cansino no sabe parar, para él todo es poco y repetir una coña que ha funcionado es sinónimo de éxito asegurado). Cuando por fin se queda a solas con una presa (generalmente es hembra) dentro de si mismo se plantea una duda: "¿Me la peto o la uso de cubo de los poteos?".

* Cubo de los poteos: dícese de esa persona a la que acudimos para contarle nuestras penas, cagarnos en el mundo o que nos invite a algo cuando estamos mal, pero que jamás nos petaríamos.

¿Qué tipos de cansino hay?

Hasta el momento se conocen pocos, pero se pueden clasificar de la siguiente manera:

- El bromista: En cualquier situación, antes distintos grupos de personas y con cualquier tipo de objeto se saca de la manga alguna "broma". Eso no es malo, lo que les diferencia es que repite esas bromas constantemente, en muy breve espacio de tiempo y ante la misma gente. Varios clásicos: las patatas fritas en la nariz alias "la morsa", el estornudo de kleenex,...

- El Carlos Latre: una imitación en un momento puntual bien hecha (o incluso mal hecha) hace gracia. Dos imitaciones en varios minutos metida en medio de un contexto, queda muy bien. Pero hasta ahí. Imitar a sólo 3 personajes, mal y durante 3 horas sin venir al caso es CANSINO.

- El anecdotones: Estás hablando con alguien o en grupo y una situación te recuerda a algo simpático que te ocurrió y lo comentas, está bien. Otra persona te responde a esa anécdota con otra igual de simpática y que no te recuerda a nada conocido significa que hay un punto final en cuanto a relatos personales y se sigue hablando de lo que sea. El Cansino, sin embargo, no gusta de reconocer que ha sido derrotado (aunque no existiera competición), no sabe lo que es callar y contraataca con cientos de historias para no dormir que no tienen nada que ver y que van desde simpáticas y alegres hasta tristes, de superación, de sacar el pañuelo o en las que es un héroe sin ninguna pausa en el medio, rollo rifle en modo ráfaga.

- El artista: toca algún instrumento, practica bien algún deporte, canta bien o simplemente un desgraciado día le regalaron un móvil con cámara... procura no cruzarte en su camino. Tienes miles de horas de recitales a capela o de visionado de vídeos "pseudo-improvisados" esperándote. ¿Apenas usabas el "pause"? Al final de ese encuentro, lo odiarás a muerte. ¿Te gustaba la guitarra española? Te cagarás en la madre de Paco de Lucía, ...


Podría seguir, pero sólo redundaría en lo mismo y ya jodería que quejándome como me quejo de los cansinos vaya y me convierta en uno de ellos... ¡jajaja!


P.D. Alguien que hace magia con bolitas de queso jamás será considerado un cansino, sino un dios! XDDDD!


Un beso, travel plans!!!