Hoy me siento: Matemático del s. XVI

"...de una madre sospechosa de practicar la brujería, Johannes Kepler superó las secuelas de una infancia desgraciada y sórdida merced a su tenacidad e inteligencia"

Si no es dios, poco le falta.


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Así empieza una serie de homenajes a todos y cada uno de esos personajes que aparecen y desaparecen, tal que el Guadiana, en mi vida.

Este señor fue uno de los primeros en aparecer en mis repetitivos y ¿por qué no decirlo? Cansinos chascarrillos. ¿Gracias a quién? Parece mentira que seas tú quien me haga esa pregunta... ¿no viste nunca Padre de familia? Pues ¡ea!

Ya hablé alguna vez (no aquí, por supuesto, esto está de estreno) sobre mi pasión por los nombres extraños y con ritmo. Es cierto que como hay gente que siente vicio y perversión hacia los zapatos de mujer, el vino, los tucanes maricas del pacífico sur o los sillines de tandem; pues yo lo padezco por escuchar cosas del estilo de Johannes Kepler o Christie Yamaguchi.

Pero si hay algo que me la pone rocosa de verdad es crearlos por mí mismo. No, no te confundas, no es una entrada: "masturba-ego". Es una realidad. ¿O acaso no disfrutas cuando entre varios intentáis resolver una división de varios números y aciertas antes que ninguno? ¡Claro! Ahí bien que te pones pecho-palomo y sientes que el mundo te debe el derecho de pernada... ¡cerdo! Pues yo igual.

Me río yo poco de la peña que piensa que ha puesto la luna en el cielo sólo porque sabe que influye en las mareas, que cree ser el primero en contar el chiste del supertomate o de haber sido el primero en conocer a John Cobra Vs El Batu.

A lo que voy... sé que por mis capacidades y, tampoco nos pongamos "cínicorrrs", por mi vagancia incorporada de serie jamás descubriré nada útil para la humanidad tipo: boli borrable, pan de molde sin corteza, coca-cola sin drogues, subir un vídeo al youtube quemando en un cajero a los que hacen lo ídem, ... Pero lo que sí sé es que puedo aportar algo que no requiere de tanta imaginación y, gracias al triangulito con un ojete resplandeciente en el medio, de mucho esfuerzo, sé que soy válido para:

LOS MOTES!

(bravo! aplauses! albricies! pan de madagascar! eureka! hez light al limón!)

Gracias, no se merecen... Como bien sabéis yo sólo vivo para dar y no como jesucristo, que quería los niños todos pa sí mismo el muy mamón... (es sólo humor de color o "noir" no descontextualizarrrd). Lo dicho, que para una pequeña, diminuta, minúscula cosilla que aporto a la sociedad la quiero compartir con vosotros...

A todo esto... no estoy hablando de los míticos sobrenombres tales como: El chino, el rulas, el gordo, la yoli, el richal o el tasista... No! Son currados! Tienen un motivo y un origen humilde como los futbolistas brasileños, pero nada más que valen durante un breve periodo de tiempo y después aburren... como los futbolistas brasileños... Ahora que me he ganado un poderoso enemigo en la Triple Efe (federación furgolistica das favelas) prosigo:

Ingredientes para un mote de nivel Vacilonería de 3º:

1. Busca un parecido razonable o un evidente defecto físico o defecto a secas. ¿Algo aprenderías en Primaria o qué? También valen aficiones (o infecciones, incluso) extrañas.
2. Exagéralo a los ojos de los demás. Todo lo que puedas. No es suficiente. Más! Bien.
3. Que tenga pocas sílabas ayudan a que se memorice rápidamente, pero siempre más de una, melón!
4. Feeling, pero del bueno, no del eto´oguardiolesco.
5. Acabalo en "-i/-y" sólo en casos excepcionales. Peligro de homosesualizarse. xD! Smile! Por otra parte, a mi me encanta.
6. En algunos casos puedes tirar del inglés como idioma universal y aprovechar que en España aún no cuaja mucho. Traduce y vencerás dijo un mudo a un emperador sordo, mientras un mariquita se tocaba lo suyo quedándose ciego.

El resultado puede ser algo del estilo de: Gordi, Choski, Sacho, Másquina, Potas, Kakolas, Fetido, la Nipples o... (tatata... CHÁN!!!): POMPI!!!

Sí... él fue mi inspiración. Sé que da asco. Sé que es repulsivo, repelente, reptilesco, rep-imbécil y un rephijodeunahiena! Pero sé que le he vencido y soy magnánimo en la victoria reconociendo que lo hizo bien. Me buscó las cosquillas y se encontró con un examen impecable.

Sabía que se lo iba a llevar muy frío conmigo, que yo no le succiono nada a nadie (no siendo a mi parienta y previamente apalabrado) y que no me iba a dejar avasallar por el primer "nalgasflácidas" que se interponía entre mis poderosos pectorales y la diplomatura.

Bien. Aquí está. La entrada de mi liberación. Me siento como ese equipo que pierde la liga, pero que le gana al eterno rival en su casa y de paliza. Los alemanes lo llaman "schadenfreuden". ¿YO? Rises mile! o Dos mile!


Venga, que se lo ha comido el sucio Pompidour!