Efectivamente y no.
"Si mis manos fueran mas rápidas…
Hay pensamientos que se escapan para no volver y es una lástima.
Versos no fecundados que viven felices en algún limbo
libres de labios de oídos de copia..."
Kase O.
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Realmente no creo que sea tan difícil hacer algo bonito con tan poco. Provocar una lágrima, despertar una sonrisa o dibujar la indignación en una cara con sólo una palabra está al alcance de muy pocos.
Yo siempre quise poder crear magia con un papel y un boli, pero no llegaba más allá de vomitar un poco de prosa de calidad media-baja y algún que otro error gramatical, que no ortográfico, pues siempre he sido muy cuidadoso con esos temas.
El sueño de crear la novela perfecta, esa que enganchara a todo tipo de públicos, incluyendo a gordos y extranjeros (dos sectores a los que aprecio), se iba a difuminando como la sonrisa no vertical de la Gioconda. Siempre, tarde o temprano, acababa estancándome en los personajes secundarios, en argumentos poco originales, en descripciones pobres rítmica y léxicamente hablando... Hasta que llegó un día que me marcó definitivamente. No sé cual fue en concreto, pero sí sé que pasó. Una persona a la que respeto, pero no tolero publicaba su primera novela de contenido totalmente "homo". No voy a dar pistas, aunque sí su título: Dor pantasma. Sin querer entrar en spoilers ni en sinónimos en castellano de esa palabra os diré que trataba sobre un terrible dolor anal que le surge a una pareja gay después de un entierro. Sólo añadiré una cosa más: desgarros a lo Alejandro Sanz.
Bien, me salgo del tema, así que retomo el principal: quería crear una historia y hacerme famoso y rico y tocar pechos a tutiplén de manera totalmente interracial.
¿Por qué quería eso? Joder, no sé. Todos los famosos pueden hacer lo que les peta. Eddie Murphy acostarse con shemales o transexuales, por ejemplo. Barbra Straisand publicar más discos o Michel Platini ser francés. Yo también quería probar de esa mierda. Llegar a ese limite para los mortales/anónimos y traspasarlo cual comercio con pérdidas.
No lo pude lograr. No lo podré lograr, se me ha pasado el arroz y no varias horas, sino varios pueblos. Mi estilo desenfadado y eternamente juvenil no vende entre públicos responsables que buscan salir de sus grises mundos cuando se adentran en la lectura. Ellos quieren personajes acojonantes que puedan pegarle dos guantazos a un delincuente exigiendo una satisfacción, que resuelvan casos imposibles con combinaciones matemáticas, que defiendan la justicia y el deber, en definitiva, que sean todo lo contrario a ellos. Y a mí lo que me mola es clavarles una crítica social durísima en la frente, tatuársela en braille en la retina y, si procede, en las nalgas...
... pero como ya dije antes... mi estilo no está muy bien visto.
Sin embargo lo que sí puedo lograr es llamar la atención, crear empatía en alguno de esos cuerpos que anhelan unas risas a costa de la canción de Jingle Bells puesta al revés:
http://www.yonkis.com/mediaflash/reverse.htm
Bueno, a partir de la siguiente entrada prometo hacer reír, por lo menos, a mí mismo. Estoy en una fase experimental, buscando mi nuevo estilo y hasta entonces lo único que podemos hacer es esperar...
Mañana más, pero no mejor porque para eso ya está Wyoming.
P.D. En las dos últimas semanas me he reído con Buenafuente... Justo, no te reconozco.
P.D. 2: El Amio sigue de líder, invicto e imbatido. Bien por nosotros.
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